lunes, 14 de noviembre de 2011

CÁSCARA DEL PLÁTANO: UNA ALIADA EN LA LUCHA CONTRA EL AGUA CONTAMINADA.

Investigadores de Brasil descubrieron un aliado inesperado en la lucha
contra el agua potable contaminada: el plátano.

En un nuevo estudio, las cascaras aplastadas de esta fruta consiguieron unir a vestigios de plomo y cobre en muestras de agua, aumentando en 20 veces la detección de metales tóxicos. El descubrimiento supone una nueva esperanza para las personas de países en desarrollo, en donde la calidad del agua puede ser muy precaria y en donde las avanzadas tecnologías de análisis de este importante elemento apenas llegan.

Pero nadie se debe apresurar a colocar cascaras de plátano en el agua para convertirla en potable, alertan los investigadores. Algún día, esta técnica puede ser reproducida en ambientes industriales de forma barata, convirtiéndose en una opción no toxica para la limpieza de embalses de agua.

"La sorpresa radica en la capacidad de extracción, superior a la de materiales similares construidos con reacciones químicas, como el silicio modificado, el oxido de aluminio y la celulosa, explica Gustavo Castro, químico del Instituto de Biociencias de Botucatu, en el estado de São Paulo.

"Todos esos materiales son producidos en el laboratorio con el mismo objetivo: eliminar los metales del agua. Sin embargo, el costo de la producción es muy alto y el proceso genera algunos residuos tóxicos”. 

Los metales pesados como el cobre y el plomo son contaminantes comunes en los afluentes industriales y agrícolas. Incluso en concentraciones extremadamente bajas en agua potable, estos metales pueden resultar perjudiciales para la salud humana, con efectos que van desde las nauseas hasta daños en el hígado y en el cerebro. Sin embargo, puede resultar difícil detectarlos en dosis tan bajas.
En busca de formas más sostenibles para detectar y eliminar los metales del agua, grupos de investigadores han trabajado con caña de azúcar, fibras de coco y cascaras de manzana, entre otros materiales. Castro y sus compañeros fueron los primeros en realizar experimentos con cascaras de plátano, que contienen proteínas que se unen a los metales.

Los investigadores comenzaron con frascos de agua que contenían niveles pre-determinados de iones de cobre y plomo cargados positivamente. Posteriormente agregaron un polvo fino compuesto de cascaras de plátanos trituradas y revolvieron la mezcla. Después de unos minutos, había menos metal en el agua que al principio del experimento, lo que demuestra el vinculo entre el polvo de la cascara de plátano y de los metales.

La técnica funciono incluso con altos niveles de pH, o que sería útil para tratar efluentes industrias. Además, las cascaras de plátano conservan sus propiedades de conexión con los metales durante más de 10 ciclos de experimentos.
“Las cascaras de plátano no pueden ser utilizadas para eliminar los metales del agua o descontaminarla”, alerta Ashok Gadgil, ingeniero ambiental de la Universidad de California en Berkeley. “Sin embargo, su valor radica en la capacidad de aglomerar trazas de plomo y cobre, facilitando su detección”.

El nivel máximo permitido de plomo en el gua, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, es de tan solo 15 partes por mil millones. Niveles tan bajos pueden pasar desapercibidos con facilidad por varios tipos de equipamientos. En el nuevo estudio, el polvo de la cascara de plátano aumento 20 veces más la concentración de estos materiales, facilitando su detección incluso con instrumentos rudimentarios.
"Cualquier persona equipada con un instrumento relativamente sensible encontrara una concentración 20 veces mayor de (contaminante) lo que esté buscando”, explico Gadgil. "La técnica interesa a las personas que tienen un acceso limitado a equipos altamente sofisticados. Ellos podrían usarla como un pre-concentrador para detectar cantidades minúsculas de metal, incluso con equipos limitados para la detección”.
Sin embargo, antes de aplicar la técnica en la supervisión del agua en el mundo real, Gargal afirma que es necesario llevar a cabo más pruebas con otras variedades de plátano y diferentes niveles de maduración. 

¿Qué opinas de estos avances en la investigación?