lunes, 7 de noviembre de 2011

MEJORAMIENTO GENÉTICO DE LA PAPAYA

Uno de los trabajos mejor consolidados que se han desarrollado en el Centro de Investigación Científica de Yucatán, es el Programa CICY de Investigación y Transferencia de Tecnología en Papaya. Y es que este programa responde a una pregunta muy simple. ¿Por qué papaya? Básicamente, porque es un fruto con propiedades nutricionales, nutracéuticas, deriva en actividades de comercio muy favorables para los productores, y se prevé que en un futuro pueda ser un agente portador de vacunas. Además de esto, México es el segundo productor mundial y el primer exportador a Estados Unidos, obteniendo beneficios a niveles de fuente de divisas y generador de un elevado número de empleos.

Sin embargo, este fruto presenta algunos problemas, lo que para el grupo de trabajo encabezado por el doctor Jorge Santamaría, de la Unidad de Biotecnología (UBT), significó retos de investigación y de desarrollo tecnológico para resolverlos: disponibilidad de la semilla maradol, la dependencia de importación semilla, poca disponibilidad de variedades mexicanas que cumplan con la demanda del mercado y las enfermedades como virosis, fitoplasmas y antracnosis, además que requiere altos niveles de irrigación, fertilización y aplicación de pesticidas, entre otros factores que afectan su producción. Ante esta situación, en la UBT se desarrolló un programa de mejoramiento genético buscando variedades que pudieran competir con el tipo maradol, así como el mejoramiento en la eficiencia del uso del agua y el uso de biofertilizantes y biopesticidas. Aunado a esto, el doctor Santamaría destaca la ventaja académica que otorga el conocimiento de la secuenciación del genoma de la papaya dado a conocer en este año, aportación que proporcionará elementos necesarios para seguir avanzando en la investigación. Actualmente, el programa de papaya abarca el desarrollo de sistemas de micropropagación por organogénesis y embriogénesis somática para producir en biorreactores una cantidad importante de plantas para sembrar.

Por otro lado, existen varios programas como el de desarrollo de nuevas variedades. Como plataforma se establece el desarrollo de un banco de germoplasma de poblaciones silvestres, el cual se está caracterizando fisiológica y molecularmente con el apoyo del doctor Felipe Sánchez. En dichas poblaciones silvestres existentes en la península de Yucatán, deben seguramente —destaca el doctor Santamaría— estar presentes genes de resistencia a enfermedades y a factores abióticos muy importantes que ayuden a desarrollar plantas resistentes a enfermedades como la virosis y la antracnosis. De igual forma, pueden desarrollarse variedades resistentes a las altas temperaturas y con una mayor eficiencia de uso de agua. Recientemente, Conacyt aprobó al doctor Santamaría un proyecto enfocado a lograr mayor resistencia a antracnosis en frutos, en el que también participan el doctor Santy Peraza y la doctora Virginia Herrera. Uno de los proyectos muy avanzados dentro del programa de papaya es la Validación en campo y la transferencia de tecnología para producir plantas micropropagadas 100 por ciento hermafroditas, cuyos frutos alargados son los que se comercializan en el mercado. El Dr. Santamaría explica que en este proyecto, que contó con el apoyo de Julián Coello, Carlos Talavera y Francisco Espadas, se pudo fijar el carácter del hermafroditismo utilizando un sistema eficiente de micropropagación. Dicho protocolo permite al productor utilizar una tercera parte de plantas (2000 plantas/Ha) de las que requiere usar con la semilla comercial (6000 plantas/Ha).


Las plantas clonadas han sido validadas en campo bajo condiciones comerciales, habiendo plantado más de 5 mil plantas que se han evaluado contra plantas provenientes de semilla. Cabe señalar que esta validación se ha efectuado durante aproximadamente tres años en un proyecto apoyado por la Fundación Produce Yucatán e inclusive, algunos de los frutos obtenidos fueron exportados, demostrando que mediante la clonación se pueden obtener plantas completamente hermafroditas, comparables a las obtenidas a partir de semillas. Pruebas fisiológicas y bromatológicas de las plantas micropropagadas y sus frutos arrojaron como resultado un rendimiento y una calidad de fruto similares a aquellos individuos obtenidos por semilla.
Las parcelas experimentales fueron visitadas por productores del estado, y de hecho, existe demanda de plantas micropropagadas para sembrar varias hectáreas tanto del Sistema Producto Papaya como de productores privados de Yucatán y de otros estados. 

¿Cónsideras que ésta puede ser una buena alternativa para proveer de material de plantación a los productores de Yucatán y otros estados?